Hoy Javier Tallada ha ejercido de bilbaíno al construir en torno a los 6.30 euros de Avz el Cinturón de Hierro de Bilbao de la guerra de 1.936. De no haber sido por su diseñador el ingeniero Goicoechea – artífice del Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol (junten las negristas y lean) - que se pasó al bando de Franco con los planos bajo el brazo, Bilbao no hubiese caído en junio de 1.937 a manos de las tropas que integraron mis antepasados vizcaínos.

El 6.30 de Avz es un punto infranqueable porque los planos secretos de ese Cinturón de Hierro que Javier Tallada ha levantado en torno a él, los tiene escondidos bajo siete llaves. Javier Tallada es el Goicoechea de Avánzit e incluso el general Queipo de Llano de 1.936, aquel que con su voz curada por todo el Jerez que había consumido con las años afirmó que España {en este caso Avanzit) estaba salvada, y “esta noche – dijo – tomaré Jerez y mañana Málaga”. Aunque era republicano declarado, como garrinsha y no sé si incluso como el propio Tallada, no puso objeciones a que Franco lo hicera marqués en 1947.

Las manos fuertes que han observado hoy a nuestra acción han visualizado el Cinturón de Hierro de Avánzit, la línea infranqueable 6.30, y dudo mucho que pierdan su tiempo y su dinero en bombardearlo. Tras ese Cinturón de Hierro no solo están los Tallada García de la Fuente y los Tallada Duñabeitia, vasco españoles relevantes, como los míos, defendiendo posiciones. También estamos los cien mil accionistas de Avz, unos más adinerados que otros pero todos peleando por un mismo objetivo: alcanzar cotas superiores y hacer de Navento-Cecsa un emporio empresarial.

Mientras tanto, Apatxe busca ratos libres para contarlo todo esto en su libro “Javier Tallada, foro y enigma”, tratando de emular – qúe iluso - a Dickens, el escritor que sentía un curioso entusiasmo por lo banal, un fervor por los objetos triviales y por las nimiedades de la vida (y del foro) pero que tomaba esas cosas sin valor aparente y tras colocarlas al sol de su humor, comenzaban a brillar. Además, Dickens era mágico porque siempre trataba de ayudar a las gentes sencillas a descubrir la poesía de su vida cotidiana. Abrazotes